SUELO PÉLVICO EN HOMBRES, MUJERES, NIÑOS Y PACIENTES ONCOLÓGICOS

Maria Magdalena Femenias Moragues 
Fisioterapeuta especializada en el abordaje integral del suelo pélvico, paciente oncológico y terapia descongestiva compleja. Máster universitario de suelo pélvico en la UEM. Diploma de especialización universitaria en fisioterapia oncológica URL-Blanquerna. Co-fundadora de Bimam fisioterapia.

¿Por qué empezaste a dedicarte a la fisioterapia? ¿Cómo nace un proyecto como Bimam?

Decidí estudiar fisioterapia ya que mi vida como deportista siempre había estado acompañada de lesiones, el movimiento es mi pasión y de ahí la idea de ser fisioterapeuta. Cursé la carrera en la UIB y durante mis años ahí, entendí que la fisioterapia era mucho más que tratar con deportistas de élite y que teníamos una parte de la población con unas necesidades muy claras, prácticamente desatendida. Bimam es un proyecto que nace de la mano de mi compañera y socia, María Álvarez, con el objetivo de abordar desde la fisioterapia y de forma integral a ciertos perfiles de pacientes, que históricamente no han tenido cabida dentro de nuestra profesión. Como, por ejemplo:

  • Paciente oncológico: Con el paciente oncológico, trabajamos en todo el proceso terapéutico: antes de iniciar los tratamientos médicos (prehabilitación), durante el tratamiento, tratando de manejar los síntomas agudos y frenar el deterioro de los pacientes, y tras el tratamiento rehabilitando aquellas secuelas que se hayan podido producir:  dolor crónico, fatiga crónica, disfunciones respiratorias, dispareunia, disfunción eréctil, incontinencia, linfedema, disuria, entre otras.
  • Hombres y niños con disfunciones de suelo pélvico.
  • Pacientes con patologías respiratorias como: EPOC, Asma, atelectasias, fibrosis quística…
  • Además, en la clínica abordamos las disfunciones de suelo pélvico en mujeres, hoy cada vez más visibles en la sociedad.

¿Con que tipo de pacientes trabajáis?

Como he comentado anteriormente, trabajamos con mujeres, hombres y niños.

¿En qué puede ayudar la fisioterapia de suelo pélvico a los hombres y niños? 

En hombres: abordamos principalmente 2 perfiles de pacientes:

  • Adulto mayor con disfunciones como incontinencia urinaria y disfunción eréctil secundaria, hiperplasia de próstata o cánceres urológicos (próstata vejiga…) Estos pacientes también pueden presentar dolor crónico asociado a estreñimiento, cirugías, radioterapia.
  • El adulto joven presenta habitualmente disfunción eréctil y dolor pélvico crónico asociado a los diagnósticos de prostatitis, neuralgias del nervio pudendo, síndromes compresivos. En este perfil de pacientes, el estrés y la kinesiofobia suelen ser factores perpetuos de estas disfunciones.
  • En niños abordamos principalmente patologías como la enuresis (niños mayores que continúan haciéndose pis en la cama), la incontinencia y la encopresis (escape de heces), frecuentemente relacionadas con el estreñimiento y con hábitos miccionales inadecuados. En ocasiones, estos síntomas también pueden ser una señal de malestar emocional.
    Además, tratamos patologías congénitas —menos frecuentes— en las que existen alteraciones del sistema urinario (vejiga, uretra…), que pueden afectar significativamente a la calidad de vida y al desarrollo psicosocial del niño.

Por ejemplo, ¿Cómo abordáis desde la fisioterapia de suelo pélvico un paciente con cáncer de próstata? 

Tras el diagnóstico, lo ideal sería iniciar un programa de prehabilitación, aunque en la mayoría de los casos esto no sucede, ya sea por desconocimiento del paciente y la familia, por falta de derivación desde oncología o porque el tratamiento médico comienza de forma muy rápida.
En la prehabilitación recopilamos toda la información clínica aportada por el paciente y los informes médicos, y realizamos una valoración del control motor, de la fuerza de la faja abdominal y de la musculatura perineal. Desde ese mismo momento, les proporcionamos ejercicios para comenzar a mejorar sus capacidades.
La pauta de ejercicios de suelo pélvico siempre va acompañada de entrenamiento de fuerza y resistencia, ya que hoy en día sabemos que son fundamentales para mejorar la tolerancia a los tratamientos oncológicos y prevenir complicaciones importantes como la sarcopenia o la fatiga crónica. 

Cuando el paciente inicia el tratamiento, ya sea cirugía, radioterapia, o tratamiento hormonal, el objetivo es tratar de frenar el deterioro que causan los tratamientos y paliar los síntomas agudos como el dolor, el edema, la fatiga. Esa fase de tratamiento médico activo y rehabilitación casi siempre confluyen, ya que los tratamientos pueden durar semanas y meses. Trabajamos con ejercicio específico de suelo pélvico, biofeedback, gestión de presiones abdominales, trabajo respiratorio.

La educación al paciente es clave, si conseguimos motivarlo, empoderarlo y hacerle consciente de que tiene un papel activo en su recuperación, independientemente de su pronóstico, su calidad de vida y satisfacción personal aumentan exponencialmente.

Y las mujeres, después de un proceso oncológico, como un cáncer de mama o de cérvix, ¿también van a presentar disfunciones?

Las mujeres que padecen cáncer de mama pueden presentar secuelas en el suelo pélvico, aunque esta región parezca alejada de la zona tratada. Principalmente, estas alteraciones se deben a los tratamientos hormonales, como el tamoxifeno, que bloquea directamente los receptores de estrógeno, o el letrozol, que inhibe la enzima aromatasa y reduce la producción de estrógenos. Además, la cirugía y la radioterapia generan cambios funcionales en la pared abdominal y en el tórax, que pueden repercutir en el suelo pélvico. Como consecuencia, estas mujeres pueden presentar dispareunia, incontinencia urinaria, dolor lumbar o pélvico, y estreñimiento.

En las mujeres que padecen cáncer de cérvix, el tratamiento actúa directamente sobre los tejidos de la pelvis. La radioterapia o la braquiterapia afectan de manera directa la mucosa vaginal y rectal, lo que puede agravar el dolor durante las relaciones sexuales, la micción y la defecación. Además, la histerectomía constituye uno de los principales factores de riesgo para desarrollar un prolapso de órganos pélvicos.
Otro posible efecto secundario es el linfedema de vulva y de miembro inferior, provoca hinchazón, sensación de presión, dolor o molestias al caminar o sentarse, así como dificultad en las relaciones sexuales
.

¿Te gusta trabajar con este perfil de pacientes? ¿Con qué dificultades te encuentras? 

Los pacientes oncológicos, en general, son pacientes muy agradecidos, valoran muchos el trato humano y que se les dé respuesta a sus inquietudes. En muchos casos la adherencia terapéutica es complicada, los efectos secundarios de los tratamientos y las citas médicas no les permiten llevar una regularidad. Como fisioterapeutas, todavía no estamos suficientemente incluidos en el manejo de estos pacientes. Todos los pacientes oncológicos deberían recibir la recomendación de acudir a fisioterapia y acceder a rehabilitación especializada. Sin embargo, desgraciadamente, muchos compañeros sanitarios todavía no nos tienen en cuenta en el proceso de tratamiento.

¿Qué herramienta consideras imprescindible en tus tratamientos?

La educación y el ejercicio.

¿Como imaginas el futuro de la fisioterapia especializada y que papel te gustaría tener?

Pienso que la fisioterapia especializada tiene un gran recorrido por delante, necesitamos continuar avanzando, de la mano de la evidencia científica. Me gusta pensar que los fisioterapeutas somos un perfil de profesional muy activo y que poco a poco iremos consiguiendo el reconocimiento que nuestra profesión se merece dentro del sector sanitario y realmente poder llevar a cabo el objetivo mayor, que creo que nos une a todos, que es llegar a más población y poder mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.

22 de Diciembre de 2025

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