FISIOTERAPIA Y REHABILITACIÓN DE CABALLOS DE DEPORTE
Cristina Gual de Torrella Covas
Fisioterapeuta. Postgraduada en Fisioterapia de caballos por la Universidad Gimbernat.Máster de Terapia manual, quiropraxia y osteopatía de caballos por Equilibrium (Italia).Curso de osteopatía estructural de caballos. Experto universitario en ejercicio terapéutico de caballos.Actualmente compaginando el trabajo de fisioterapeuta en IBSalut con el trabajo de fisioterapeuta equina, junto a su amiga y compañera Mar Gelabert (veterinaria especializada en Rehabilitación de caballos).
¿En qué consiste la fisioterapia equina?
Todo caballo destinado a la práctica de una o más disciplinas deportivas, debe ser considerado y tratado como un deportista. Por lo que, al igual que pasa con los deportistas humanos, es indispensable su revisión/tratamiento fisioterapéutico para asegurar su correcto rendimiento deportivo, y así prolongar su vida deportiva.
¿A quién va dirigido mi trabajo?
Pues como bien he explicado anteriormente, al igual que cualquier deportista acudiría a un fisioterapeuta (bien para el tratamiento de alguna lesión o como mantenimiento), con el caballo dedicado a una disciplina deportiva igual.
El 90% de nuestros pacientes, suelen ser caballos de salto, doma, trote y polo, que compiten a nivel regional o nacional. Sus propietarios contactan con nosotras por una disminución del rendimiento deportivo, por alguna lesión previo diagnóstico del veterinario o por un mantenimiento. En ocasiones también acudimos como preparación previa a una competición.
Pero un 10% de nuestros clientes también lo componen aquellos que tienen caballos únicamente para disfrutar, no con un objetivo competitivo, y que se preocupan por su bienestar físico.
Cada vez más son los veterinarios que nos derivan algunos de sus pacientes, ya que con el tratamiento veterinario convencional a veces no es suficiente.
¿Cómo se desarrollaría una sesión de fisioterapia equina?
Igual que en una sesión de fisioterapia humana, se realiza una anamnesis. En ésta se le realiza al propietario una serie de preguntas en relación a la actividad física del caballo, su alimentación, cambio de equipamiento reciente, antecedentes, tratamientos previos, medicación, pruebas complementarias... pero sobretodo haciendo hincapié en consultas sobre dificultades que haya encontrado el propietario durante la práctica deportiva, cambios de comportamiento del caballo o posibles accidentes que hayan tenido, que son las que nos pueden orientar un poco hacia el diagnóstico de fisioterapia. Pasamos a una valoración del caballo en dinámico en todos sus aires (sin jinete encima), para ver la calidad de su movimiento y observar posibles cojeras o bloqueos articulares. Y finalmente pasamos a la valoración en estático. En ella es importante conocer el lenguaje corporal del caballo para identificar cuándo tiene dolor, molestia o incomodidad. Debemos tener en cuenta que el caballo es originalmente un animal de presa, por lo que instintivamente tienden a no mostrar debilidad o dolor para evitar ser considerados débiles y en consecuencia una posible presa para un cazador.
Así que durante la valoración estática es importante siempre estar pendiente de las reacciones del animal, porqué pueden ser muy sutiles como agresivas. Se empieza de manera suave (también para ir consiguiendo la confianza del animal) haciendo una palpación de todo el animal buscando bandas tensas, puntos gatillo, cambios de temperatura, cambios de densidad en los tejidos… También se valora la movilidad articular pasiva de todas sus articulaciones, al igual que haríamos con un paciente humano, tanto de la columna como de las extremidades.
Si es un caballo que se monta, es importante también valorar que el equipo se adapte bien al caballo. Muchas patologías de dorso vienen originadas por un mal ajuste de éste. Al igual que pasaría si un deportista sale a correr con unas deportivas que no son de su talla.
Normalmente, tras la valoración se comenta con el propietario lo que se ha encontrado y se procede al tratamiento.
¿Cómo se trata a un caballo?
Es indispensable el conocimiento de la anatomía músculo-esquelética del caballo para poder aplicar el tratamiento de manera adecuada. A parte de eso, todas las técnicas utilizadas en el tratamiento animal son extrapoladas de la fisioterapia humana: punción seca o electropunción, terapia miofascial, manipulaciones osteopáticas/quiroprácticas, vendaje neuromuscular, fibrólisis diacutánea con ganchos, movilizaciones y estiramientos… A parte de técnicas manuales, utilizamos la radiofrecuencia, que es una técnica muy bien aceptada por los caballos. En algunas ocasiones hemos realizado EPI, con la colaboración de otra fisioterapeuta formada en esta técnica y con la colaboración del veterinario del caballo. Ya que en esta técnica es necesario anestesiar la zona a tratar, sedar al animal y realizarla con la ayuda de un ecógrafo. Es la única técnica de fisioterapia en la que se seda al caballo.
Tras el tratamiento se dan unas recomendaciones al propietario, que incluye siempre ejercicio terapéutico.
¿Cuáles son los beneficios de la fisioterapia equina?
La fisioterapia, frente a las técnicas de medicina convencional, ofrece como beneficios que sus técnicas en su mayoría no son invasivas, no emplean farmacología (no da “doping”), la rehabilitación es siempre dinámica (evitando consecuencias negativas del reposo absoluto) por lo que se acortan los plazos de recuperación y se mantiene la condición física del animal durante el tiempo de convalecencia. Y, al igual que en la fisioterapia humana, se consigue una mejora de la calidad de los tejidos cicatriciales, la prevención de recidivas de la lesión y la optimización del potencial físico en caballos sanos.
¿Qué impacto tiene la fisioterapia en el animal?
Normalmente es el propietario el que nos comenta los cambios tras una sesión de fisioterapia, ya que son los que tratan con ellos a diario. En caballos de competición es fundamental una perfecta movilidad articular sin restricciones de dolor para conseguir buenos resultados: en la doma, es importante que el caballo ejecute todos los ejercicios con la máxima precisión, ya que en función de eso ganará más puntuación. En el salto, el caballo debe tener un dorso en perfecto estado para poder estirarse en el aire y abarcar todo el obstáculo, ya que tirar un palo penaliza. En el trote, la amplitud del tranco es fundamental para conseguir avanzar más rápidamente. Y en el polo, los caballos tienen que ser capaces de realizar cambios bruscos de dirección para que el jinete pueda alcanzar la pelota. Cualquier mínima restricción de movilidad, ya sea por dolor o por incomodidad, puede marcar la diferencia de estos caballos en ganar o perder.
En ocasiones también tratamos caballos con patologías crónicas como la artrosis, que también les afecta. Es gratificante escuchar que el propietario te explica que el caballo ha pasado de no querer moverse de su cuadra, a pasearse por el corral e incluso a verle una expresión facial más relajada.
Hemos tenido casos interesantes, en los que por una patología crónica de tendones, el caballo había sido desahuciado por su veterinario, que aconsejó a la propietaria a retirarlo y no volver a montarlo. El propio veterinario le ofreció primero la posibilidad de probar con nuestro trabajo, para ver si podíamos hacer algo. Actualmente el caballo no va a volver a tener una vida deportiva, pero la propietaria puede seguir montándolo y la calidad de vida del animal ha mejorado de manera evidente, y sigue haciéndolo.
¿Cómo es trabajar con caballos?
A parte de la formación específica en Fisioterapia equina, bajo mi punto de vista es indispensable tener experiencia previa en el manejo de caballos. Son animales, y como tal pueden tener reacciones inesperadas. Tener experiencia con ellos no te libra de tener un accidente (todos los que nos movemos en este mundo, hemos tenido alguno alguna que otra vez), pero al menos tienes una papeleta menos de tenerlo.
Tratamos todo tipo de caballos, y es complicado generalizar el carácter de este animal. Dentro del mundo de la hípica hay multitud de razas totalmente diferentes, tanto física como en su carácter, según la disciplina que practique el propietario o sus gustos. Según la raza, el caballo puede tener un carácter más tranquilo y manejable. Pero normalmente, los caballos de alta competición, suelen tener un carácter más fuerte (para aguantar las exigencias de los entrenos) y el trato con ellos a veces se complica. Nunca sedamos a los caballos para tratarles y nuestros pacientes pesan más de 500kg, por lo que ganarse su confianza es fundamental para evitar salir accidentado. Aun así, a veces hemos tenido algún susto. Es curioso ver como muchos caballos empiezan la sesión en tensión, porqué nos confunden con veterinarios. Pero poco a poco se van tranquilizando y dejándose mimar hasta el punto de quedarse dormidos. Algunos ya nos conocen bien, y es vernos y empezar a relajarse.
¿Qué mejoras podría haber en este campo?
Al igual que pasa en humana, todavía cuesta que algunos veterinarios cuenten con el trabajo del fisioterapeuta. Y en ocasiones te pasan casos que ya dan por perdidos y en los que nosotros tampoco podemos hacer ya nada. El trabajo multidisciplinar sería lo ideal para conseguir mejores resultados, pero a veces es complicado conseguir la colaboración del veterinario por desconocimiento que tienen de nuestras competencias.
También es común que algunos propietarios busquen la solución rápida a una lesión, y muy complicado hacerles entender que la prevención es la mejor opción.
Por suerte muchos clientes empiezan a reconocer los resultados de nuestro trabajo y ya cuentan con nosotras de manera regular, a modo mantenimiento.
¿Cómo ves la fisioterapia en este campo en un futuro próximo?
A pesar de ser un campo de la fisioterapia poco conocido, no es nuevo de ahora. Tengo compañeros que llevan más de 25 años dedicándose a esto. Yo empecé mi formación hace 13 años en la Universidad Gimbernat, y cuando intenté empezar a trabajar de ello, me encontré con mucha incredulidad. La gente no entendía que un caballo necesitaría fisioterapia. “¿y para qué va a necesitar un masaje un caballo?” En la península siempre ha estado más reconocido este oficio, porqué el nivel de competición es más alto. La fisioterapia equina lleva muchísimos años en otros países, y al final los jinetes que han ido saliendo a competir fuera, han visto que un fisioterapeuta equino siempre acompaña a los mejores equipos.
En un principio los veterinarios tampoco entendían muy bien nuestro trabajo, al igual que a veces pasa entre la medicina y la fisioterapia humana.
Actualmente trabajo junto a una veterinaria, y son muchos veterinarios equinos de la isla que han visto los resultados de nuestro trabajo y ya cuentan con nosotras a la hora de tratar alguno de sus pacientes.
Los propietarios ya empiezan a entender que, para obtener buenos resultados en competición, de la disciplina que sea, es fundamental la prevención de lesiones o la pronta recuperación de las que puedan tener, así que la aceptación cada vez es mayor.
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30 de Enero de 2023