DOLOR CRÓNICO: ¿POR QUÉ ME DUELE?
Javier López Roig
Fisioterapeuta. Postgrado en terapia manual avanzada en el manejo del dolor. Ha desempeñado su labor en diferentes ámbitos como la geriatría, deportiva, consulta privada, psiquiatría y, desde hace tres años, en pacientes con dolor crónico en el hospital de la Cruz Roja.
¿Qué se considera dolor crónico?
Aquel dolor agudo que persiste más allá de tres-seis meses. No obstante, no es sólo una cuestión de temporalidad. Es necesario entender que el dolor crónico, persistente, conforma una entidad en sí misma más allá del posible daño que pudiera haber. De hecho, persiste después de una lesión, e incluso, en ausencia de ella. Chapman (1999) aporta a la definición el siguiente matiz: el dolor crónico es aquel que “deja de tener una función protectora y que, por el contrario, deteriora la salud y las capacidades funcionales, convirtiéndose en una fuente de sufrimiento y discapacidad”.
¿Por qué sufrimos dolor crónico?
Existen varios factores que perpetúan el dolor. Señalaremos tres.
En primer lugar, aquellos mecanismos que gestionan el dolor y su alivio no funcionan correctamente. Digamos que en el sistema nervioso se genera más sensación de dolor que de alivio, pudiendo, así, sentir un síntoma de intensidad y durabilidad mucho mayor que el que debiera percibirse.
En segundo lugar, diversos factores psico-sociales deben ser tenidos en cuenta, puesto que condicionarán tanto la sensación del dolor como la conducta de cara al mismo. El apoyo familiar, sanitario, amistades o la ausencia de ellos son ejemplos que influyen en la cronificación o resolución del mismo. Del mismo modo, el catastrofismo, es un claro ejemplo de factor psicológico de perpetuación; la tendencia a pensar consecuencias magnificadas y, por tanto, irreales, influyen en la conducta y percepción distorsionada del problema real.
En tercer lugar, cabe señalar el peso del estrés, tanto psicológico como sensación de no poder abarcarlo todo, como mecánico; ya sea por posturas mantenidas, práctica de movimientos repetitivos, etc.
¿Por qué es importante la figura del fisioterapeuta?
Como profesional de la salud cualificado el fisioterapeuta es capaz, en primer lugar, de explicar detalladamente qué le ocurre al paciente. Generalmente, nos encontramos con pacientes que relacionan su dolor directamente con una estructura dañada y se sienten frustrados porque no se encuentra una solución para ella. La educación puede ser el primer paso para romper factores de perpetuación y poder, así, tratarlo con mejor perspectiva.
La fisioterapia ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del dolor crónico así como en mejorar su calidad de vida. El fisioterapeuta es capaz de identificar qué técnicas son las más adecuadas para cada paciente y en qué medida y cómo pueden realizar diferentes actividades en su vida diaria.
En este orden, como expertos en movimiento, somos capaces no sólo de aliviar el dolor sino de recuperar movilidad progresivamente, enseñando diferentes ejercicios y pautas para su recuperación.
¿Cuáles son las actuaciones comunes del fisioterapeuta?
En primer lugar, el fisioterapeuta realizará una completa valoración del paciente. Así, podrá explicar al paciente qué y porqué le ocurre. A continuación, se elegirán las diferentes herramientas terapéuticas de las que dispone la fisioterapia (terapia manual, punción seca, ejercicio terapéutico…).
Además, podrá aconsejar y pautar qué actividades es conveniente que haga o no el paciente y, lo más importante, en qué medida. Por ejemplo, una recomendación tan sencilla como la práctica de ciertos movimientos antes de levantarse de la cama puede conseguir que se empiece el día con una intensidad inferior del dolor.
¿Qué impacto tiene en la calidad de vida?
Como ya sabemos, el dolor abarca muchos otros aspectos más allá del mismo. Por ejemplo, aproximadamente una cuarta parte de los pacientes desarrollan un cuadro depresivo asociado; más del 50% sufren trastornos del sueño y más del 30% ve su situación laboral afectada.
¿Qué dificultades aparecen en el proceso de recuperación del paciente?
Una de las principales dificultades que nos encontramos en el gimnasio de rehabilitación es la desinformación de los pacientes respecto a lo que les ocurre.
Por otro lado, cabe señalar el escaso trabajo interdisciplinar junto a otras áreas como, por ejemplo, la psicología. Varios estudios señalan la terapia cognitivo-conductual o el mindfullness como herramientas efectivas para mejorar el dolor. Además, en ocasiones existe comorbilidad entre pacientes con dolor crónico y ansiedad o depresión.
El dolor crónico, en muchas ocasiones, llega tarde al tratamiento en rehabilitación. Para llegar a ella, con frecuencia, el paciente debe visitar a tres facultativos diferentes que determinarán el diagnóstico. No obstante, el tiempo de espera entre cita y cita hace que al llegar a rehabilitación hayan pasado varios meses desde el inicio del síntoma. Sería necesaria una mayor celeridad en dicho proceso para así poder actuar con presteza y facilitar su recuperación.
¿Qué necesidades básicas puede haber?
Lo principal será trabajar en un estilo de vida saludable. Una buena alimentación, la actividad física recomendada por un profesional, buenos hábitos de higiene del sueño, etc. Empezar por estas rutinas es una parte esencial para una buena recuperación.
¿Hacia dónde va la fisioterapia en esta área?
En cuanto a las líneas de tratamiento directo que ofrece la fisioterapia, la literatura científica subraya la importancia del ejercicio terapéutico, sin poder descartar por ello la terapia manual, la punción seca, así como otras técnicas que ofrece la fisioterapia.
Como en toda patología, la prevención es la mejor herramienta que dispone la medicina, y la fisioterapia, para reducir el número de pacientes con este tipo de dolencia.
Divulgar sobre el dolor crónico, señalar la importancia de un estilo de vida saludable y la detención y tratamiento precoz son metas a conseguir.
29 de Agosto de 2022